Elisa Carrió: La política la de la bienvenida

Elisa “Lilita” Carrió nos recibió en su chacra de Exaltación de la Cruz, a 90 km de la Ciudad de Buenos Aires. Fue lo más parecido a visitar a una diva. Apenas nos vio, lanzó la primera pregunta: "¿Les gusta mi casa?". Supo construir un refugio acogedor, con muebles y objetos traídos desde su Chaco natal, cuadros elegidos con precisión, jarrones dispuestos en cada rincón y un jardín que puede verse desde todos los puntos de la casa. Quiso hacer la entrevista en la galería que bordea el jardín, donde tiene una réplica del cuadro "La Constitución guía al pueblo", de Guillermo Roux. Antes de sentarnos, nos llevó hasta su habitación. Entre imágenes religiosas y estampitas de santos, mostró su colección de lentes, que elige según la ocasión.

La Convención Constituyente de 1994 fue su lanzamiento a la política. Hasta entonces, su vida transcurría entre la academia y su estudio jurídico en Resistencia, Chaco. Había sido madre hacía poco y su padre estaba muriendo, pero el mandato familiar –de tradición radical– la llevó a aceptar el desafío de acompañar a Raúl Alfonsín en la reforma. Para muchos, su participación fue épica. Para ella, fue legendaria.

En Santa Fe, entró como una desconocida y salió convertida en un fenómeno político. Tenía 37 años, se sentía más académica que política y llegó con la idea de oponerse al Pacto de Olivos. Sin embargo, en el transcurso de la Convención, su protagonismo creció. Integró la Comisión de Tratados Internacionales y fue clave en la inclusión de los tratados de derechos humanos con jerarquía constitucional. También participó en la Comisión Redactora, el grupo que pulía el texto final. Carlos Corach, operador menemista y figura central de la reforma, se quejaba con Alfonsín: "Manejá a la nena, que es imposible". Alfonsín lo intentó. Días después, Corach volvió a insistir y el expresidente le respondió: "Ahora la nena me maneja a mí", recuerda Carrió con orgullo y entre carcajadas.

Su gran momento llegó en el debate por el Núcleo de Coincidencias Básicas, el paquete de reformas acordado entre el peronismo y el radicalismo. Desde su banca desplegó un discurso memorable, combinando teoría política y filosofía del derecho en el que se opuso al Pacto de Olivos y terminó votando en contra del acuerdo entre Menem y Alfonsín, siendo parte de una de las dos fuerzas pactistas y habiendo llegado a Santa Fe, apadrinada por el mismísimo Alfonsín. Para muchos fue el primer indicio de que Carrió era un personaje impredecible.

Luego de la reforma, la política la absorbió por completo. Fue diputada, construyó el ARI, creó la Coalición Cívica, se convirtió en una de las principales opositoras del kirchnerismo, denunció corrupción y se retiró varias veces para luego volver. Hoy, con 30 años de trayectoria, sigue siendo un personaje central del debate público.

En su chacra, en Exaltación de la Cruz, repasa la Convención como si fuera una gran batalla. "Ahí me di cuenta de lo que soy", dice mientras ajusta sus lentes. "Desde entonces, no paré."

Episodio 8: Elisa “Lilita” Carrio - Convencional Constituyente por la UCR - Chaco