

Alberto Pierri: Del consenso a Telecentro
Una buena carta de presentación de Alberto Pierri es que fue 10 años el presidente de la Cámara de Diputados. De 1989 a 1999. En 1994 recién iba por la mitad de esa historia, pero era suficiente para comprender que, su estilo dialoguista y su conocimiento del reglamento de la Cámara de Diputados eran ideales para designarlos vicepresidente de la Convención. Cuando no estaba Eduardo Menem al frente de la asamblea, el siguiente en la lista para llevar la cosa adelante era Pierri. Con el correr de los días se convirtió en el encargado de manejar las tensiones dentro del recinto, contener los momentos de crisis y garantizar que el proceso avanzara sin sobresaltos.
Pierri recuerda la Convención como un espacio donde la diversidad política quedó plasmada como pocas veces en la historia. En los pasillos, en las discusiones de comisión y en los debates del recinto convivían peronistas, radicales, liberales de la UCeDé, comunistas y hasta exmilitares del MODIN. Sabía que el desafío no estaba en los discursos dentro del parlamento, sino en los acuerdos fuera de él. La verdadera política, decía, se hacía en los bares, en los pasillos y en los hoteles donde se definían los votos. Ramón Antigua, el bar que frecuentaban los convencionales en Santa Fe, fue testigo de largas negociaciones, aunque él mismo prefería operar desde otros espacios.
Uno de los episodios que marcaron su rol en la Convención fue la negociación para la reelección de Eduardo Duhalde en la provincia de Buenos Aires. En la Legislatura bonaerense, los votos no estaban asegurados y un sector del peronismo no tenía interés en que el gobernador pudiera competir nuevamente. La clave para destrabar el tema estuvo en Santa Fe, lejos de la Legislatura provincial. Pierri, cuenta, participó de esas negociaciones, donde un actor clave fue Aldo Rico. Sin los votos del MODIN, la reforma no tenía chances, y fue allí donde se terminó de cerrar el pacto que permitió a Duhalde quedarse un mandato más.
En la conducción de la Convención, su estilo era pragmático. Cuando veía que una sesión se estaba saliendo de control, aplicaba su método para destrabar crisis: suspender el debate, llevar la discusión a un cuarto intermedio y negociar directamente con los presidentes de bloque. Así evitó varios enfrentamientos que pudieron haber complicado el avance del proceso. Uno de los momentos más tensos fue la votación de la incorporación de los Tratados Internacionales de Derechos Humanos con jerarquía constitucional. La discusión se volvió tan áspera que toda la convención estuvo a punto de desmoronarse. Pierri intervino para calmar los ánimos y evitar que todo se desbordara, logrando que la reforma siguiera su curso.
Después de la reforma del ‘94, su carrera política continuó en ascenso hasta que decidió retirarse de la función pública. Sin embargo, lejos de alejarse del poder, consolidó su presencia en otro terreno: las telecomunicaciones y los medios. Fundó Telecentro y Canal 26, dos empresas que crecieron hasta convertirse en actores de peso en el mercado, en especial en el conurbano bonaerense. Mientras otros dirigentes menemistas quedaron en el olvido, Pierri reconvirtió su poder e influencia desde el sector privado.
Episodio 19: Alberto Pierri - Convencional Constituyente por el PJ - Buenos Aires
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