

Rodolfo Barra: De la Corte a la Convención Constituyente
Rodolfo Barra era un hombre de Menem. Su renuncia a la Corte Suprema en diciembre de 1993 no fue un gesto aislado, sino parte de las negociaciones del Pacto de Olivos. El radicalismo pedía lugares en la Corte como parte del acuerdo para habilitar la reforma constitucional y Menem aceptó. Para eso necesitaba liberar sillas. Barra y Mariano Cavagna Martínez dejaron sus cargos casi en simultáneo y, como compensación, el Presidente les ofreció a ambos integrar la lista de convencionales constituyentes por la provincia de Buenos Aires.
Barra aceptó. No había hecho nunca campaña, pero tampoco la hizo en esta ocasión. Su nombre aparecía en los afiches junto al de los otros ex jueces, como parte del lote técnico-jurídico del oficialismo. Para él, ser constituyente era una oportunidad única: no solo para participar de una reforma de magnitud, sino también para acompañar al gobierno en una jugada institucional que redefinía el sistema político.
En Santa Fe, Barra se instaló en un hotel en Paraná, junto a Corach, Cavagna y otros constituyentes del peronismo bonaerense. A mitad del proceso fue convocado al gabinete. Menem lo nombró ministro de Justicia, cargo que asumió mientras la Convención seguía sesionando. Desde entonces, se movió entre Buenos Aires y el recinto, repartiendo su agenda entre el nuevo Ministerio y las comisiones de trabajo constitucional.
Como constituyente, tuvo peso en los debates más duros: la jerarquía constitucional de los tratados internacionales, la inclusión del principio de la vida desde la concepción, la figura del jefe de Gabinete y la forma de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Fue parte de las conversaciones con Alfonsín sobre la redacción de los artículos sensibles y se enfrentó con figuras como monseñor de Nevares, quien terminó renunciando a la Convención.
Ya como ministro, trabajó en la implementación de la reforma. Impulsó proyectos para reglamentar el Consejo de la Magistratura y el Ministerio Público, y codiseñó junto a Antonio Cafiero y Jorge García Lema la Ley Cafiero, que limitó las competencias de la nueva Ciudad Autónoma.
Treinta años después, Barra defiende la reforma, pero es crítico de algunas de sus consecuencias. Considera que eliminar el Colegio Electoral fue un error que fortaleció el peso electoral del conurbano bonaerense. Cree que la Ciudad de Buenos Aires se excedió en su autonomía y se autopercibe como provincia cuando la Constitución no le reconoce ese estatus. Y sostiene que el jefe de Gabinete fue pensado como un verdadero administrador del Estado, aunque el presidencialismo argentino nunca le soltó la mano.
Barra, jurista de carrera, dejó la Corte para ser constituyente y ministro. Dos cargos menores, pero movimientos claves para acompañar el proceso político que le dio a Menem la reelección y a la Argentina una Constitución nueva.
Episodio 22: Rodolfo Barra - Convencional Constituyente por el PJ - Buenos Aires
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