María Cristina Guzmán: De Jujuy a Santa Fe

María Cristina Guzmán llegó a la Convención Constituyente de 1994 respaldada por una historia política familiar. Militante desde muy joven en Jujuy, había sido diputada nacional en los años 70 y luego en democracia. En su provincia, fue parte de un hito: el Movimiento Popular Jujeño, partido fundado por su padre, le ganó por primera vez al peronismo en una elección. En abril de 1994, encabezó la boleta que logró imponerse en una campaña áspera, en una provincia en llamas, sin paz social, con cortes de ruta, movilizaciones y tensión generalizada.

Lo que pocos recuerdan es que, una semana antes de la elección, recibió una oferta inesperada. Hugo Anzorreguy, jefe de la SIDE y hombre de confianza de Menem, la llamó para ofrecerle la intervención federal de Jujuy. Guzmán, opositora al menemismo, lo rechazó. Ni la presión del entonces ministro del Interior, Carlos Ruckauf, la hizo cambiar de opinión.

Ya como convencional, Guzmán tuvo un rol destacado. Fue elegida vicepresidenta cuarta de la Convención Nacional, en representación de los partidos provinciales. Estuvo sentada en la mesa de autoridades durante debates clave, entre ellos, el de la coparticipación federal.

Guzmán llegó a la Convención con una postura crítica sobre el Pacto de Olivos. Denunciaba que el núcleo de coincidencias básicas era un paquete cerrado e intocable. Su bandera fue el federalismo. En la reforma de 1994, vio avances sustantivos: el reconocimiento del dominio originario de las provincias sobre los recursos naturales, la creación de la ley-convenio de coparticipación y la inclusión de los derechos de los pueblos originarios.

Pero también hubo puntos que la dejaron con sabor amargo. El principal: la eliminación del Colegio Electoral y la instauración del voto directo. Según su mirada, ese cambio amplificó el peso electoral de los distritos grandes y redujo la incidencia de las provincias más chicas en la elección presidencial. Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y la Ciudad de Buenos Aires pasaron a definir el rumbo nacional.

Desde su banca, Guzmán tejió alianzas con quienes compartían la defensa del interior. Entre ellos, recuerda a Cristina Fernández de Kirchner, entonces convencional por Santa Cruz. Las unía una preocupación común: la distribución de los recursos. Guzmán recuerda que presidió una sesión en la que Cristina Kirchner defendió una postura federal sobre coparticipación. Aunque el reglamento imponía cinco minutos por orador, dice que la dejó hablar más tiempo porque lo que decía era música para sus oídos.

Treinta años después, Guzmán mira en retrospectiva y destaca el consenso como uno de los logros más sólidos de la Convención. Lamenta, en cambio, el deterioro institucional posterior y la fragmentación de los partidos. La política, dice, se alejó de la sociedad y perdió su vocación de diálogo.

Se alojó en un camping en las afueras de Santa Fe, junto a otros convencionales. Desayunaba temprano en el comedor general y alguna vez cruzó al boxeador Carlos Monzón, que estaba preso, dando clases de boxeo ahí mismo. La postal es insólita, pero Guzmán la cuenta sin asombro. Fue parte de una época en que la política y la realidad se cruzaban sin maquillaje.

Episodio 24: Cristina Guzmán - Convencional Constituyente por el Movimiento Popular Jujeño-Jujuy